Nunca hasta esta noche me había parado a reflexionar tanto en la letra del himno 139. Lo hemos utilizado para la noche de hogar. Mi hija pequeña quería hacer animales de cartulina, y como tenía una plantilla para hacer ovejitas y siendo que hoy era lunes aproveché para compartir con ella y su hermana mayor el mensaje de que Jesús es el buen pastor, y que ama a sus ovejas que somos todos sus hijos, todos. Al final nos quedó una noche de hogar de 15 min. muy dulce y sencilla en la que pudimos colaborar las tres: yo les canté, la pequeña hizo una ovejita y la mayor leyó Lucas 15:4-7 y me preguntó varias partes del himno. De todas sus preguntas la más interesante fue qué podemos hacer nosotros para ayudar a las ovejas que se han alejado si no van a la Iglesia, y no pueden vernos. Le contesté, comprendiendo el compromiso que estaba aceptando yo misma ante ella, que sí pueden vernos, aunque no sea en la Iglesia, pero nos observan en el día a día, y debemos irradiar nuestro gozo por disfrutar del Evangelio, que son los deliciosos pastos a que se refiere el himno, y así, quizás sólo así vuelvan a sentir el deseo de venir a pastar a nuestro lado.
"¡Oye ! La voz del Maestro llama con tierno amor: "¿No buscaréis mis ovejas, las que padecen dolor?"
Son deliciosos tus pastos, quietas tus aguas, Señor. Henos aquí, oh Maestro; tu comisión danos hoy. Haznos obreros fervientes; llénanos de tu amor por las ovejas perdidas de tu redil, buen Señor.
Andan en yermos, errantes, tristes, cansados, sin El. Sígueles pues el Maestro; vuélveles a Su redil.
lunes, 11 de mayo de 2009
"Ama el Pastor las ovejas"
Publicado por compartiendo el evangelio en 10:32:00 p. m.
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1 comentarios:
Pero qué bien lo explicas! Es verdad. Tenemos un compromiso hacia nuestros hermanos; y os pastos son deliciosos. A veces se nos olvida, porque estamos acostumbrados al sabor... Gracias!
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