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lunes, 23 de marzo de 2009

"Mandamientos de Alma a su hijo Shiblón"

Alma 38:5. "Y ahora bien, hijo mío Shiblón, quisiera que recordaras que en proporción a tu confianza en Dios, serás librado de tus tribulaciones, y tus dificultades, y tus aflicciones, y serás enaltecido en el postrer día".(No dice cuándo, pero sí afirma que seremos librados, y además enaltecidos en el postrer día, que es para toda la eternidad).

Este versículo me ha hecho meditar mucho, y por cierto desde dos puntos de vista: como hija y como madre. Primero porque he puesto en él mi nombre, y segundo porque no he querido pasar al siguiente capítulo sin compartirlo con mis hijas, especialmente con la mayor de ellas. Me siento profundamente agradecida por tener esta guía en mi vida y por poder ofrecérsela a mis mayores tesoros, especialmente en medio de tanta confusión y "lucha". Me ofrece seguridad y consuelo saber que si ponemos nuestra confianza en Dios seremos librados y enaltecidos, y también nuestros hijos y seres queridos. A veces nos duele pasar por dificultades, pero sobre todo nos duele ver pasar por ellas a nuestros hijos. Pero entonces, podemos recordar estas palabras de Alma a su hijo, del cual supo que estuvo atado, y también que fue apedreado por motivo de la palabra ; sin embargo le dijo haber tenido gran gozo en él por razón de su fidelidad y su diligencia y paciencia, porque el Señor estaba con él; y ahora sabía que el Señor le libró.
Es importantísimo que ayudemos a nuestros hijos a establecer su confianza en el Señor, es necesario que ellos sepan que siempre pueden acudir a Él, pues de ese modo siempre estarán protegidos de "cualquier cosa mala", incluso cuando nosotros no podamos estar a su lado, nunca estarán luchando solos contra las adversidades. Es la mejor protección que les podemos ofrecer, pues estarán al lado del Señor. ¿Y QUIEN MEJOR QUE EL PARA CUIDARLES Y CUIDARNOS?

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